Anna y yo fuimos para ver
la colección y de paso, pasar un buen rato.
La verdad es que la ropa
no nos acabo de convencer –a excepción de unos shorts en degradé, la camiseta
promocional y todos los complementos-,
pero nos lo pasamos en grande. La fiesta fue en la antigua fábrica de Moritz,
un lugar que sin lugar a dudas nos encantó –la han reformado y la verdad es que
han hecho un gran trabajo-.
¡Os dejo con más fotos!
¡Un beso y feliz martes!